Será la abanderada de Suiza en Eurovisión 2016. Fue elegida en una preselección no exenta de polémicas y ahora está con nosotros para contarnos todo lo que pasa por su mente. Tiene ganas de pisar el suelo de Estocolmo y se ve capaz de llevarse el Festival al país donde nació. Ella es Rykka y esto nos ha contado:
-¡Hola, Rykka! Un placer tenerte con nosotros. Faltan dos meses para que cumplas con tu deber de representar a Suiza en el Festival de música y televisión más longevo de todos los tiempos. ¿Cómo te sientes?
Ir a Eurovisión significa mucho para mí. Es un Festival que conecta a personas de muchos países diferentes y que me va a aportar muchas cosas buenas. Es un orgullo para mí representar a mi país en este certamen.
-Háblanos de tu canción, «The Last Of Our Kind». ¿Qué nos intentas contar con ella?
Es un mensaje de amor hacia nuestra propia especie. Nosotros, los humanos, debemos estar preparados para amar siempre. Gracias al amor, uno puede venirse arriba y hacerse valer, al igual que hacer valer a los demás. Todo en la vida debería consistir en ir a la defensa del amor, amar por encima de nuestro propio ego. El amor es lo único verdadero que tenemos.
-Suiza sólo tiene dos victorias eurovisivas en su haber. La primera fue en la edición inicial del concurso, con Lys Assia en 1956 y la segunda con una jovencísima Celine Dion en 1988. ¿Qué sentirías si te conviertes en la tercera ganadora suiza y sumas tu nombre al de estas dos estrellas internacionales?
Sentiría mucha responsabilidad. Sería algo increíble, desde luego, pero me exigiría mucha responsabilidad y estoy lista y preparada para asumirla. Siempre me imagino ganando Eurovisión. Me gusta visualizar esta experiencia a lo grande.
-Ganaste una preselección bastante internacional. ¿Ha sido duro llegar hasta aquí?
Aunque siempre pienso en positivo, realmente nunca creí que podría ganar la preselección. Me preocupaba demasiado que algo fallara. Quería controlar que todo estuviera bien atado. La suerte que tuve es que detrás del escenario me acompañó gente maravillosa. En televisión me sentía como en familia.
-Participar en Eurovisión ha sido un trampolín para muchos cantantes que se hicieron famosos a nivel mundial. Otros, en cambio, han caído en el olvido tras la experiencia. ¿Cómo asumes este riesgo?
No me da ningún miedo porque nunca he temido a nada. Sólo quiero mostrarme tal y como soy y que Europa me conozca. Si algo sale mal, no tiene por qué ser un fracaso. En este mundillo hay espacio para todos. Hay diferentes caminos y yo podré seguir siempre adelante con mi sueño.
–¿Qué otros proyectos tienes aparte de Eurovisión?
Lanzar mi nuevo disco, «Beatitudes», que podréis oír muy pronto.
-¿Lanzarías algún mensaje a los socios de Ogae Spain que ahora mismo te leen?
Quiero agradecer todo el apoyo que me llega. Esta experiencia es una locura pero me encanta compartirla con vosotros. ¡Mucho amor para todos!