¡Hola queridos eurolectores! ¿Cómo lleváis la espera hasta mayo? Yo fatal… este año al estar todo tan abierto me hace sentir una incertidumbre desesperante. Me pregunto a cada momento cómo serán las puestas en escena de los favoritos, cuál será el resultado final de una España que por fin va a ir con los deberes hechos y con una candidatura que se sale de la norma y marca la diferencia, y sobre todo me quita la vida saber cuáles serán los países que pasarán desde la segunda semifinal, que va a estar muy competida, porque el nivel está altísimo. Sin duda va a haber un baile de puestos considerable, como sucede cada año, que romperá las quinielas que hacemos durante meses…
Así pues, ya estoy aquí, al más puro estilo Sébastien Tellier con el carrito de los helados y traigo calentito mi análisis de la primera mitad de la segunda gala del jueves 16 de mayo. Sin más dilación:
Armenia ha pasado este año de sus raíces musicales, de su idioma que no le funcionó el año pasado, de su diáspora que le vota fielmente, de su genocidio al que tanto apela anualmente, y especialmente de los albaricoques y el melocotonero; y rompiendo los esquemas ha decidido presentar una canción que podríamos verla representando a cualquier otro país… ¡No me gusta! Srbuk es una señora gritona que pone nervioso a cualquiera con su imitación barata de Lady Gaga, a la que le copia el videoclip, el estilismo y hasta el color de la ropa interior: ¡Pereza máxima! ¿Se cree Armenia que va a emular el resultado de la magnífica Iveta en 2016? ¡Ja! Lo que van a conseguir en quedarse en la semifinal muy posiblemente aunque por la mínima. Solo cuentan con una baza a su favor, y no es otra que el beneplácito que les ha concedido la organización que con mucha diligencia les ha puesto abriendo la semifinal. Si consiguen impactar con su puesta en escena posiblemente se cuelen por los pelos en la gran final, aunque lo tienen dificilísimo, y más con Azerbaiyán cerrando la gala con un tema del mismo corte. Cuando llegas a ver la actuación de Chingiz te has olvidado de la que abrió…
Porcentaje de opciones de clasificación: 55%
Hay señoras que se arrancan el moño como la moldava de 2014, y otras que se lo sujetan para que no se les vuele, como la pobre irlandesa con cara de travesti y cejas picassianas que sufre durante todo su videoclip las inclemencias del tiempo. Esta señora debería aprender de la Diva Carola que sabe manejar un ventilador como nadie. ¡Ay, Irlanda de mi corazón y mis entretelas, pa’ lo que has quedao! Con lo bien que lo hicieron el año pasado, con tanto gusto y un concepto tan bien pensado… y van este año y vuelven a su línea de canciones prescindibles y olvidables, que tan alejadas están de su apabullante trayectoria de los noventas… La McTernan se va a marcar un pop facilón de melodía dulce y mensaje insubstancial con una puesta en escena que dejará mucho que desear, seguramente inspirada en Grease y ese tipo de películas en las que la chica va de monjil y tontorrona aunque lleva dentro un pellejo tan grande como la catedral de St. Patrick. La isla esmeralda tiene todas las papeletas para ser última de esta semifinal. De no ser así estará cerquita de ello… ¡Queridos irlandeses a ver si os esforzáis en presentar candidaturas que estén al nivel de la maravillosa música que hacéis! Porque vaya desperdicio de mercados musicales que tenemos con vosotros y vuestros primos-hermanos británicos.
Porcentaje de opciones de clasificación: 5%
¿Y éstos se creen que están en 2007 con Natalia Barbu en Helsinki? ¡Madre de Dios! Cuando “Moldeivia” se pone intensa, a lo María Jesús Ruiz, no hay quién la aguante… ¡Y encima siempre se estrella! ¿No se dan cuenta que lo que se les da bien es el petardeo barato con shows de “Noche de fiesta”? La Odobescu canta bien aunque a veces me dan ganas de gritarle un: “¡Señora ¿Qué la paaasaaa?!”. Encima de que lleva una balada dramática random, como hay cien mil más registradas en las SGAES del mundo, los arreglos son desfasados y suenan a maqueta. Todo ello hace del conjunto un cuadro neoclasicista que puede ser aún peor si cabe. ¿Cómo? Con la guinda del pastel. ¡Que los de Sunstroke Proyect le vayan a hacer la puesta en escena! ¿Estamos locos? Me muero por ver el circo moldavo de este año, que estoy seguro que va a dar mucho de sí y nos dejará un regusto agridulce como el bielorruso Alekseev el año pasado: carne de semifinal, queridos míos…
Porcentaje de opciones de clasificación: 15%
¿Le damos al dirty dancing tal y como nos pide el pibón del año? Mi amado “Foureiro”, es decir Luca Hänni, que nos tiene tan pillados como la mamasita de su canción lo tiene a él… Cuando ella baja, baja tan abajo que él se derrite; y cuando él baila, baila tan sucio que nos derretimos los demás. Nos hace echar Fuego tal y como consiguió Eleni el año pasado. Y eso da puntos, queridos… Y él se va a hartar de ellos y la neutral y poco acertada Suiza reverdecerá los laureles de 1988 con Céline Dion y de 1993 con Annie Cotton, porque no dudo que se va a marcar un top 3.
La canción entra solita, moderna y de juvenil buen gusto, te anima a darlo todo, te incita a bailar y te invita a cantarla ya sepas la letra… o no… Dependiendo de ello hará que tararees un “chico solo” de esos que solo entendemos los españoles. Encima la puesta en escena se la ha diseñado Sacha Jean-Baptiste, así que no podemos dudar que será de diez. Aquí la historia es que el telegénico bailarín y cantante enseñe carne, o al menos la sugiera. Y mira que me gusta el modelito del traje de cuadros con el borsalino del videoclip, porque el nene se ponga lo que se ponga lo luce divinamente, pero mostrar un poquito de músculo y tableta le vendría divinamente, y a nosotros verlo.
No quiero que se me pase por alto el comentar un par de detalles. El primero que me parece acertadísimo el guiño del puente a la música tradicional de los cantones suizos, con los ligeros y poco exagerados “Yodeleis” modernizados que le acompañan mientras susurra a todos que corramos a hacer la “dirty dancing” con él. Y la segunda que aparte de cómo se menea, que lo hace de escándalo, espero que nos deleite con el “momento Martini” al chuparse el dedo y pasárselo por el cuerpo…
La EBU le ha colocado en el mejor sitio de la primera mitad, rodeado de canciones que realzan la propuesta y bien alejado de su más directa rival, Suecia. Si saca en el sorteo de la final la segunda mitad echémonos a temblar porque actuará del 23 al 26 y entonces sí que va a reventarlo. ¡Suiza tú sí que sabes! Ocupa de una vez el hueco de Austria en el trono y demuestra a los televidentes que Centroeuropa sigue dando guerra seis décadas después. Reafirma que las reglas están hechas para ser confirmadas por excepciones y que no todo el top lo copan los países del este y los escandinavos siempre, puesto que la vieja Europa ha despertado y tiene mucho que decir.
Porcentaje de opciones de clasificación: 100%
Y ahora después del calentón, una jarro de agua fría para bajar las pulsaciones con la esta nana letona que duerme a cualquiera. La realización es muy bonita, es verdad, pero el conjunto se hace soporífero hasta decir basta. ¡Letonia me pone nervioso! Siempre con su rollo indie y experimental que pocas veces les sale bien y muchas mal… ¡Ay! ¿Qué sería de nosotros sin estas ex repúblicas soviéticas que van de modernas amantes de lo vintage, que quieren ser especiales y marcar diferencia, que transgreden la norma y rompen los cánones eurovisivos? Esta propuesta me recuerda mucho a la de Lituania en 2007 y me da en la nariz que correrá la misma suerte, es decir, quedará rematadamente mal porque se pierde entre tanta candidatura potente. Yo, por mi parte, la tengo en mi bottom 3 con gusto y placer.
Porcentaje de opciones de clasificación: 20%
Rumanía ya no es la que era… La fiebre eurovisiva que vivió hace ya tres lustros se ha ido perdiendo. Solo hay que ver las audiencias que hacen las galas de la Selectia Nationala y el nivel de las candidaturas que participan… Me recuerdan mucho a Polonia, que tuvo su momento bueno al inicio y ya nunca más se supo. También me recuerda a Hungría, que está teniendo ahora su momento pero no remata. Y las tres son iguales porque ninguna da con la tecla exacta para levantar el micrófono de cristal. Este año ganó contra todo pronóstico Ester Peony desbancando a las dos claras favoritas, la copiona barata Bella Santiago y la niña del Opus Dei, Laura Bretan. Y la verdad es que la propuesta escénica que presentó la muchacha rumana fue un cuadro. La versión inicial del tema era mediocre y hasta cansina, pero una vez visto el maravilloso videoclip y habiendo oído la versión final del tema el conjunto ha mejorado considerablemente. De hecho, no dudo que en la primera semifinal sería una clara finalista y conseguiría el pase a través de uno de los diez sobres, pero en esta semifinal, la semifinal de la muerte, lo tiene realmente imposible. Un festival con muchas propuestas oscuras, hecho que beneficiará a Malta y España, y entre todas ellas la de la TVR es una más del montón. A pesar de todo dará guerra, porque Rumanía siempre la da, incluso cuando no lo esperamos como en 2007 o 2013. Sus emigrantes son muy aplicados a la hora de votar, pero me da que ésta se vuelve el jueves para Bucarest como la rubia del año pasado…
Porcentaje de opciones de clasificación: 50%
Y ahora le toca el turno a la propuesta naif del año. Siempre hay una… Suiza 2011, Países Bajos 2012, Malta 2013, Islandia 2014, Hungría 2015, Austria 2016, Croacia 2017 y Lituania 2018. Casi todas, excepto el You & Me de Joan Franka, fueron finalistas con diversos resultados en la clasificación final. El mejor resultado lo consiguió Malta con Tomorrow en 2013, que fue ocupar el top 10 por los pelos. Así que podemos deducir que esto mismo es lo que le pasará a Dinamarca con su niña de la silla, que será una clara finalista que pasará holgadamente y luego en la final se hundirá en la segunda mitad de la tabla, más aún si le corresponde actuar en la primera mitad de la gala. Es una apuesta muy del gusto danés que votan normalmente siempre propuestas alejadas de los sonidos schlager. Una candidatura segura y con poco riesgo a la vez que de relleno y poco impactante… Leonora tiene ángel. Ya sea cantando en inglés o en francés, de pie en el ascensor que le sube a la silla o sentada en la ídem con los bailarines moviendo los piececillos al ritmo de la melodía. Se la ve simpática, cariñosa y risueña, tal y como lo eran la Rossinelli, Joan Franka, GianLuca, Zöe, Houdek e Ieva. Y eso lleva premio, porque hay una parte de la audiencia que se emboba con ese perfil de cantante carismático que no tiene gran voz pero que tampoco la necesita para enamorar…
Porcentaje de opciones de clasificación: 90%
Y como contrapunto aparece la gran madre Suecia. Siempre potente, siempre digna, siempre a la altura y siempre favorita. Y este año con más razón que nunca, o al menos más que el trienio anterior. Y es que Suecia lleva cinco hombres seguidos con éste, que es cuanto menos curioso… El británico de nacimiento y sueco de adopción, John Lundvik, también tiene ángel. De hecho me parece muy curioso que la organización haya puesto a dos perfiles de artista tan parecido y con tanto encanto actuando seguidos, como son Leonora y él. Porque a Lundvik se le ve abrazable, emotivo y dulcemente emocional, de esos que pellizcan el corazón con tan solo una sonrisa. Curiosamente tiene unas características diferentes a los otros tres favoritos; ya que Sergey es frío, seco y brillantemente perfecto, como buen ruso olímpico, de esos que ejecutan a las mil maravillas, Luca es sensual, sexual y políticamente incorrecto, claro ejemplo de los artistas mojabragas que triunfan en la actualidad, y Duncan es frágil, sensible y empedernidamente romántico, un intérprete de matrícula de honor que irradia magia con su mirada. En conclusión, que el sueco es el novio que tu madre quiere para ti porque le ve cariñoso aunque a ti se te queda a medio gas, el ruso es el típico que tus amigas desean que te eches porque según les han contado y han visto es perfecto aunque aún todavía no le han descubierto la tara, el suizo es el novio que tú buscas porque te hace palpitar la patata y la patatona, y el holandés es el que te hará feliz toda la vida si tienes la suerte de encontrarlo… ¡Qué no es fácil!
Too late for love es un tema comercial y muy bien pensado, como casi todas las canciones ganadoras del Melodifestivalen. Y hablando de ganadoras, esta canción suena a eso desde la primera nota. Es de esas canciones que según comienza sabes que va a triunfar. ¿Problema? Que este año hay cuatro canciones así… Pero es asombroso como ganó con pleno del jurado internacional en el festival sueco y rompió el molde del televoto. Hito que no consiguió ni la eufórica Loreen. ¡Qué listo es mi amado Björkman, eh! John presentó la canción inglesa, de la que es autor, Bigger than us, y “Björky” le dijo que no quería ese tema, que no estaba a la altura del festival de la canción sueca, así pues le propuso que presentara a concurso Too late for love. ¡Bravísimo! Porque no hay comparación entre ambas… Vamos, que el Reino Hundido se ha quedado con las sobras suecas que no quiere el jefazo.
Ya se ha confirmado que la puesta en escena se va a mejorar, y eso me alegra y me tranquiliza, porque la del Melodifestivalen queda un poquito desangelada y el escenario un tanto desaprovechado. Pero es brillante como está pensado cada plano secuencial y la luz ilumina como un sol cuando Lundvik recita esa parte de la letra. Ese sol que alumbra en la oscuridad y que él puede hacer arder como prueba de amor. Y brillante es también el coro. La gran baza de la candidatura sin duda. Esas cuatro mujeres negras con su empoderamiento musical son las que marcan la diferencia y consiguen que el tema no sea uno más. Ellas son las que aúpan al solista principal y le llevan a la gloria.
¿Conseguirá Suecia empatar a victorias con Irlanda? Porque Björkman ya sentenció que ese era su objetivo a corto o medio plazo cuando Måns levantó el trofeo. El caso es que no sé si la reina del tablero logrará su séptima victoria pero afirmo aquí y ahora que va a luchar duramente por ella. Heja Sverige!
Porcentaje de opciones de clasificación: 100%
Y para cerrar la ronda aparece Austria. El país revelación del último lustro que ha conseguido cambiar la terrible trayectoria que llevaban en el concurso desde que rompieron el molde con la Conchi, ahora reconvertida en WURST. La ORF ha probado diversos estilos con cantantes muy solventes en directo que agrandan los temas en el momento clave, y me da que Pænda va a mantener esa línea. Desgraciadamente la chica del pelo azul tiene una cosa en contra que pesa mucho… Y es que su canción no es un tema que entre a la primera, para nada. Es una canción exquisita, para degustar con calma. De esos temas que tardas en valorar pero una vez que descubres su magia te conquista y te toca el corazón. ¡Conmigo ya lo ha hecho! Y eso que la primera vez que la oí, pensé: ¿Siguiente? Pero es Limits es delicada como el cristal. Durante tres minutos haciendo equilibrismo en la delgada línea roja del quiebro y la esperanza. Preciosa letra que es aderezada por una solvente artista que cuenta con una voz fina como la seda en su agudo estribillo y suave como el terciopelo en las graves estrofas. Seguramente la sobriedad será el marco de la puesta en escena que se centrará en el mensaje que cuenta la austriaca mediante su mirada y su expresión corporal. Y sinceramente me parece muy acertado… ¡Menos muchas veces es más! Pero la pobre Austria lo tiene bastante difícil este año para pasar a la final. Aunque ojito con ellos que no me extrañaría que dieran la sorpresa y se colaran en la gala del sábado.
Porcentaje de opciones de clasificación: 50%
Así que de momento creo que solo pasarán tres canciones de estas nueve a la final: Suiza, Suecia y Dinamarca. Quedan siete huecos para ser rellenados que habrán de esperar hasta que os haga el análisis de la segunda mitad, que es donde está toda la traca final. Hasta ahora el ranking de la semifinal 2 queda así:
100% SUIZA
100% SUECIA
90% DINAMARCA
55% RUMANÍA
50% ARMENIA
50% AUSTRIA
25% MOLDAVIA
20% LETONIA
5% IRLANDA
Mientras tanto me despido. La Semana Santa ya está aquí y mientras escucho Rise up, la technosaeta griega de 2014 me voy a poner la mantilla para irme de procesión a ver si con un poco de penitencia me redimo de mis pecados de pensamiento, obra y omisión con el suizo y de paso ya me adelanto y me confieso por los que pueda cometer en la Preparty de España el próximo fin de semana… Pero os dejo mi consejito de siempre: “Eurovisión es música y la música es para disfrutar. Así que disfrutemos de Eurovisión”.
Eurobesos para todos.
Firmado: Juan Manuel Jiménez Díaz
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COLUMNA DE LA PAKA (2019):
- 25.03.2019 – «Malamente»
- 01.04.2019 – «Autoplagios»
- 08.04.2019 – «Caviar bizarro»
- 15.04.2019 – «Dirty Dancing»
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