OT 2017 ya es todo un fenómeno social. Noemí Galera y compañía han conseguido repetir y renovar el éxito de un formato que parecía estar destruido y olvidado desde que fuera hundido sin compasión por la audiencia tanto en TVE1 tras la tercera edición del concurso como en Telecinco (cadena que acogió el programa cuando TVE1 no volvió a renovarlo) al terminar a marchas forzadas la octava edición.
La novena edición del concurso, aparte de marcar un antes y un después en el talent show, es una revolución televisiva y cibernética y servirá (como se anunció hace algunas semanas) como preselección española para Eurovisión 2018. Todos recordamos aquellas primeras ediciones del reality que, al igual que ésta, fueron un trampolín eurovisivo para Rosa, Beth y Ramón y estamos ya ansiosos por saber quién será el afortunado de representarnos en Lisboa.
Mientras todo eso llega, el concurso sigue su cauce y anoche hacía un alto en el camino para celebrar con todos los españoles la Navidad en una gala que contaría con la asistencia de muchos de los pioneros, aquellos triunfitos que en la lejana primera edición consiguieron romper moldes en la historia de la televisión y la música de este país.
La noche arrancaba con el mítico «Mi Música es tu Voz», donde OT1 (casi al completo) y OT9 unían sus voces para estremecimiento de nostálgicos y fanóticos empedernidos.
En la gala se sucedieron todo tipo de escenas emotivas, desde regalos a los triunfitos actuales hasta vídeos de familiares mandando ánimos y el apoyo suficiente para todo lo que se les viene encima. Y la simbiosis de dos ediciones tan potentes dio paso a muchas actuaciones que, seguramente, desde anoche formarán parte de la memoria musical y sentimental de más de uno.
Gisela y Verónica de OT1 se unían a Mimi y Ana Guerra de OT9 al ritmo de la sensual «Lady Marmalade».
Naím Thomas de OT1 y Alfred de OT9 unieron sus voces en la sentimental «Adoro».
Natalia, benjamina de aquel lejano OT1, y Aitana, la concursante más joven de esta edición llenaban de energía el escenario con «Walking on Sunshine».
Álex Casademunt (OT1), a pocos días de ser padre por primera vez y en sustitución de David Bustamante (que era quien iba a hacer este número), hacía con Nerea (OT9) una entrañable versión de «Vivo por Ella».
Alejandro Parreño, el rockero por excelencia de OT1, compartía con Raoul (recientemente expulsado de OT9) el tema «Don´t let the sun go down on me».
Manu Tenorio (OT1) y Cepeda (OT9), que durante los ensayos comentaban el pavor que les daba parecer muy gays cantando juntos esta canción, intentaban lucirse interpretando el clásico «Lucía» de Serrat con unos giros «flamencos» tan innecesarios como imposibles por parte de ambos.
La eurovisiva Gisela, que también formó parte del añorado OT1, y uno de los artistas más punteros de esta nueva edición, Agoney, lo daban todo con «Somebody Else´s Guy» en una actuación sobrada de química y vitalidad.
Javián y Álex Casademunt, de OT1, se unían a dos de los primeros expulsados de OT9: Juan Antonio y Ricky para hacer bailar a todo el recinto con la pegadiza canción «Corazón Espinado».
Las guapísimas Nuria Fergó (OT1) y Mireya (OT9) ponían el punto folclórico a la noche con un sentido «Noches de Bohemia».
Verónica (OT1) y Roi (OT9) se ponían románticos con a balada «I Finally Found Someone».
Geno (OT1 y OT8) y Natalia (OT1) recordaban junto a Thalía y Marina (ya expulsadas de OT9) el tierno «Déjame Soñar («Eternal Flame»), otro tema inolvidable de aquella primera promoción de OT.
Javián, de la primera edición, y Míriam, concursante actual, interpretaron el bolero «Te Quiero, Te Quiero» en un número donde la complicidad brilló por su ausencia. Míriam, hace unos días, en la academia daba a entender a sus compañeros haberse sentido «acosada» durante el ensayo con el componente de Fórmula Abierta debido a que él la abrazaba y le ponía la mano en la cintura, algo que no gustó a Javián (pues su única intención era interpretar la letra del tema). El artista, preocupado, avisó a la dirección del programa de que, a su pesar, no iba a hacer la interpretación marcada para no incomodar a la chica. El resultado, obviamente, fue una actuación tan fría y carente de emoción como ésta. Aunque vocalmente, eso sí, estuvieron impecables.
Las dos reinas de España elegidas por el pueblo, Rosa I de España y VII de Eurovisión, y Amaia (también de España por aclamación popular) cantaron al alimón «Gracias por la música» («Thank you for the music», del mítico ABBA). A Amaia la vimos bastante incómoda en un tono que, sin duda, hubo que cambiar bastante para amoldarlo a la voz de Rosa (a quien un coro de niños le sacaba las castañas del fuego para levantar el estribillo del tema). La eurovisiva volvió a dar signos de lo poco que queda de aquella Rosa que enamoró a todo el país con su prodigiosa voz hace poco más de 15 años…
Y, para cerrar la gala, los triunfitos de esta edición estrenaban himno: «Camina».
La próxima gala tendrá lugar el 2 de enero (en martes esta vez, debido a que el lunes es festivo). En la novena gala, se decidirá si Roi o Cepeda siguen en la academia.