A principios del mes de mayo el presidente del Grupo de Referencia del Festival de Eurovisión, Frank-Dieter Freiling, afirmó a distintos medios alemanes de la posibilidad de una sanción a las televisiones ucraniana y rusa, a causa de lo acontecido en la pasada edición del certamen, en la que no pudo participar la rusa Julia Samoylova por incumplir las leyes del país anfitrión. Dicha sanción podría ser económica o incluso una expulsión del festival durante los próximos tres años.
El próximo 12 de junio tendrá la primera reunión del Grupo de Referencia del festival tras el certamen de 2017. En dicha reunión, y como ha confirmado el propio Freiling, se tratará el enfrentamiento de Ucrania y Rusia como uno de los temas principales:
“Hubo una guerra de propaganda entre ambas partes, sobre todo porque el gobierno de Ucrania y los servicios secretos ucranianos se dejaron influir por los medios de comunicación rusos. Al final, la propia emisora tuvo que decidir: ir en contra de su propio pueblo o en contra de sus socios internacionales. Finalmente la no concesión del visado a Julia Samoylova fue la opción definitiva del país anfitrión”.
Freiling ha defendido la posición del Grupo de Referencia en el conflicto: “Tratamos de mediar durante el proceso, incluso amenazando con sanciones, pero la televisión ucraniana no tenía elección al verse presionada por las instituciones políticas, el presidente del país y el propio servicio secreto”.
El presidente del Grupo de Referencia ha añadido que Ucrania rompió los estatutos del festival al no poder asegurar la participación de todos los países y cantantes. Sin embargo, la televisión ucraniana no será la única cadena sancionada, ya que la emisora rusa no asistió a la reunión obligatoria de jefes de delegación que tuvo lugar a principios de año, una falta que también va en contra de los estatutos del concurso europeo.
Freiling no ha querido especular acerca de las distintas sanciones a llevar a cabo con Rusia y Ucrania, pero sí ha comunicado los posibles castigos: “Nuestros estatutos prevén una serie de sanciones: sanción económica, retirada de la financiación del patrocinador, e incluso una suspensión de hasta tres años. Nuestra organización no castiga a las televisiones si no hay motivo alguno, pero en el caso de Ucrania es claramente la ruptura de contrato”.
En dos semana conoceremos la decisión tomada por el Grupo de Referencia del Festival de Eurovisión.
