Desde que el gobierno israelí anunciara a Jerusalén como anfitriona de Eurovisión 2019, muchos han sido los países que han mostrado su rechazo a acudir a esta ciudad. La UER, además, no ha dejado de presionar con la sugerencia de buscar alguna capital alternativa y, en su afán de no dar una imagen politizada de la próxima edición del certamen, la televisión israelí junto con el Ministerio de Cultura han determinado no imponer la idea de que Jerusalén sea la sede definitiva, sino que cada ciudad con posibilidades se presente como candidata y se barajen internamente los pros y contras que aportasen cada una, como pasó años anteriores en otros países.
De esta manera, los alcaldes de Jerusalén, Tel Aviv, Haifa y Eilat han comunicado a los medios del país sus intenciones de postular a estas cuatro citadas capitales como posibles sedes del Festival.
Los ministros de finanzas, cultura y comunicación, aparte, se han reunido para decidir que el gobierno no tome partido en la elección de la ciudad anfitriona.
Será en la reunión del próximo mes de julio cuando los directivos de la UER y la KAN sopesen las condiciones de cada propuesta y voten por la mejor opción para hacer pública inmediatamente la determinación tomada.
No obstante, la UER ha advertido a la televisión israelí que deberá acatar las normas establecidas y no volver a polemizar cualquier resolución porque podrían consensuar desde el organismo europeo que el Festival se lleve a cabo en otro país de cara a 2019.
