Días después de su paso por Eurovisión 2018, el serbio Mladen Lukić, representante de Serbia con el grupo Balkanika junto a Sanja Ilic, hizo unas declaraciones más que polémicas en las que afirmaba haber presenciado la compra de votos en el Festival.
«Vi cómo un hombre daba vueltas por los hoteles y tramitaba la compra de votos de algunos países. Por supuesto, mi país no tuvo nada que ver», confesaba el intérprete serbio.
Debido al revuelo levantado, la UER no se ha hecho esperar para emitir un comunicado donde se desmienten tales acusaciones:
«La UER, así como su auditor externo, revisan todas las votaciones del jurado en colaboración con las televisiones. Todos los jueces firman un contrato por el que declaran que serán imparciales y emitirán su veredicto única y exclusivamente en función de las actuaciones. También se realizan inspecciones aleatorias en diversos lugares para garantizar la limpieza del proceso todos los años».
De esta forma, la Unión Europea de Radiodifusión ha querido zanjar la polémica y dejar constancia una vez más de la transparencia con la que se llevan a cabo las votaciones en el Festival.
De lo que parece no tener queja el cantante serbio es del puesto 19º que alcanzaron obteniendo 40 de 117 puntos, más de un tercio del total, que adjudicaron a Serbia en semifinales el televoto y los jurados de Montenegro y Eslovenia, ni por los 66 de 133 votos, casi la mitad, que provinieron en la gran final de la audiencia y los jueces de Montenegro, Macedonia, Croacia y Eslovenia…
